Javier Cercas se
presenta a si mismo en esta novela como el cuadro de Reneé Margaritte: Esto no
es una pipa
En este libro plantea el mismo
problema:
El protagonista, Javier Cercas tiene la misma vida que
el escritor de verdad, sin embargo, el autor dice; no soy yo.
Podemos ver un ejemplo claro de ficcionalidad: aquello que representamos no es real.
Aquello que explica Javier Cercas es una reflexión sobre él mismo, una representación de su propia vida plasmada en papel, mediante palabras.
Aquello que explica Javier Cercas es una reflexión sobre él mismo, una representación de su propia vida plasmada en papel, mediante palabras.
La novela es un
dialogo entre la realidad i la ficción.
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